Según Denis de Rougemont, el modelo o paradigma de la pasión es la Pasión de Cristo. En ella se concentra el sentido del dolor y el sufrimiento espantoso sufrido por el Hijo de Dios y Rey de los judíos. El amor de Jesús como sacrificio para limpiar de pecado a sus semejantes. Esta proposición nada que ver con el hedonismo.
Según yo, el secreto es el
candado que mantiene cerrado el baúl que guarda verdades sobre atrocidades,
crímenes e injusticias, las cuales de hacerse públicas rescribirían la historia.
Sirvan estas dos proposiciones
para enmarcar el noveno aniversario -26 de septiembre de 2014- de la Pasión de
los 43 estudiante de la Normal Isidro Burgos, desaparecidos en la maldita noche
de Iguala. Tanto como los secretos no develados, causantes del retiro del Grupo
Interdisciplinario de Expertos Independientes el 31 de julio del año en curso.
Lo que no se hace público se
convierte de hecho en un expediente secreto, reservado dirá la jerga de la
transparencia burocrática. El secreto como material filtrable a disposición de
los medios y las redes sociales, que para efectos judiciarios las más de las
veces no constituyen prueba y sí dan pie al escándalo para una semana, sin
pasar del mes.
Como el secreto es inabordable y
la Pasión de los 43 se mantiene intacta de manera directa en sus familiares, se
tienen que identificar hechos comprobables que muestren la existencia del
secreto y sean a la vez irrebatibles, documentados dirá la comentocracia.
El nueve de agosto de 2018, se
reunió el presidente en funciones, Enrique Peña Nieto, con el presidente
electo, Andrés Manuel López Obrador. El acuerdo destacado por el portal de la
presidencia en ese entonces fue el siguiente: “El Presidente Peña Nieto acordó
con el Presidente Electo López Obrador apoyar al gobierno entrante para que las
iniciativas que darían origen a la Secretaría de Seguridad Pública y a la
integración de la Fiscalía General puedan ser discutidas por la LXIV
Legislatura.” Acuerdo cumplido.
Se ignora la composición íntegra
de la conversación. Se conoce la decisión de AMLO de no proceder en contra de
los expresidentes, mantenida a lo largo de su mandato. Primer dato de la
impunidad otorgada por AMLO a Peña Nieto.
El 14 de septiembre recién,
durante la toma de protesta como gobernadora del Estado de México, Delfina
Gómez, López Obrador declaró demócrata a Peña Nieto nada más porque no le cerró
las puertas de palacio. Así de holgado el concepto, también amnésico. En 2012
se inconformó ante el tribunal especializado del fraude cometido por el
mexiquense y su alianza para ganar las elecciones presidenciales de ese año. Meses
después, según una investigación promovida desde palacio y cumplida por la Fiscalía
General de la República en torno al caso ODEBRECHT, la campaña de Peña Nieto se
financió con dinero de la empresa brasileña. Así lo testificó por escrito el
exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya Austin. Segundo dato, el reconocimiento
público al Grupo Atlacomulco.
Esto ayuda a entender porqué el
actual presidente no ha involucrado a su antecesor en el caso Ayotzinapa.
Durante la investigación se niega
la información solicitada al Ejército a instancias del GIEI y concluye la
segunda estancia del grupo en México. Se fueron con cajas destempladas. Aquí
vienen los otros datos.
El 15 de enero de 2021, AMLO avala
la exoneración del general Salvador Cienfuegos hecha por la FGR a los cargos
levantados en Estados Unidos por la DEA contra el general, por vinculación con
la delincuencia organizada. Cargos por los que fue preso allá y después le
fueron retirados. El dato subyacente, Ayotzinapa: el general estaba a cargo de
la SEDENA y subordinados a él estuvieron al tanto de los acontecimientos del
citado 26 de septiembre y días subsiguientes. Precisamente parte de la información
reservada. Permanece intocable Cienfuegos. En parte por no tocar a Peña Nieto,
con apresar a Jesús Murillo Karam AMLO se dio por bien servido. Pero el dato
más importante, el presidente le debe al Ejército un apoyo inmenso, desde las
obras de infraestructura de la actual administración, la distribución y
aplicación de vacunas para atender la pandemia por Covid-19 y el músculo y los
nervios militares para conformar la Guardia Nacional.
El círculo de la investigación no
se cierra, la Pasión de los 43 se mantiene con el celo del secreto.
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