“Ausencia total de esperanza, insatisfacción consciente, lucha sin fin: estas son las tres exigencias de la lógica absurda;”
Maurice Blanchot
En el pasado reciente, la
política pública y las modificaciones a la Constitución y legislación varia
apuntalaron el dominio de los depredadores. Se le dieron todas las armas al
juzgador, hasta para darle dignidad de derecho humano a las conductas
predatorias. Arropados en el lenguaje tecnocrático, en el idealismo del libre
comercio y su derivado aspiracional, los depredadores se sintieron a sus anchas.
El político hizo del poder un medio para amasar desproporcionadas fortunas, las
grandes empresas y sus magnates acumularon riquezas enchufadas al poder público
-negando en los hechos la competencia y el libre comercio. Para completar, un
tercer depredador se unió a este concierto: el crimen organizado.
No se puede entender el liderazgo
de Andrés Manuel López Obrador y el surgimiento de un movimiento nacional sino
como respuesta a la profundización de las desigualdades. Hasta que llegó el
momento de poner un alto a los depredadores, quienes de tiempo atrás han
alentado la triada partidista entre el PAN, el PRI y el PRD que, dicho sea de
paso, está llevando a la extinción a esos partidos. El PRD desfondado
socialmente, el PRI sin ideología y el PAN chapoteando en la indecencia. Sin
lugar a la casualidad, está el hecho de quien hoy los aglutina, un experimento
genético del que son partícipes dos especies depredadoras: Claudio X. González
Guajardo.
Por eso llama la atención que el
principal movimiento que encabeza la transformación en marcha (MORENA)
incursione en el escenario del ajuste de cuentas dentro de su organización,
como lo es el establecer juicios sumarios de los que se consideran los buenos
contra los militantes bajo sospecha de mácula alguna. Por ese camino, mañana
las diferencias se trasladarán entre los buenos y los más buenos. Y si da tiempo,
proceder a la división entre los más buenos y los super buenos. Se presenta una
vulnerabilidad a la que acuden oportunamente periodistas para darle vuelo a las
diferencias. Diferencias que no quedan plenamente esclarecidas ante la
ciudadanía.
La disensión maniquea es el
absurdo por evitar, es una pendiente ominosa. Por precaución, AMLO les ha
recordado la conveniencia del recurso de la encuesta, con el propósito de
obviar el desgaste de la lucha interna que promueve ya la nominación del
candidato presidencial de MORENA para el 2024, pero primero hay que pasar las
pruebas del 2022: la revocación del mandato y seis gubernaturas a disputar. Se
les olvida que el triunfo de 2018 lo alcanzó un movimiento abierto, de sumar y
sumar. Del que surgió un gobierno al servicio de las mayorías. Quienes quieran
jugar para alcanzar la nominación deben tener garantizados sus derechos y
esperar a que se abra el concurso. Mientras, tendrán que lucirse con el
ejercicio de sus responsabilidades, pues no hay golpe de mano que valga ¿O sí?
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