Yucatán en el panorama nacional. Ivonne Ortega gana gubernatura. El PRI regresa al poder con un congreso local donde es de su mayoría en ese estado. La campaña negra fracasó. Xavier Abreu no pudo repetir la hazaña que hizo a favor de Felipe Calderón en las elecciones presidenciales. El PAN se dividió. Patrón Laviada, fiel reflejo de un Fox peninsular, inepto a más no poder. No es cuestión nada más de identificar culpables, ni de señalar la eficacia de los operadores electorales. Ni de si hubo voto racional o fallaron los encuestadores o todo estaba cocinado de antemano. El proceso electoral del domingo pasado en esa entidad del sureste, da motivos suficientes para reflexionar sobre la debilidad de la democracia en México. Para recordarnos que no estamos en Suiza. Que la democracia no es sólo juridicidad, juego electoral. Que para ser plena, la democracia requiere de una base material de alimentación, salud y educación, componentes niveladores que forman real ciudadanía.
Yucatán es la orden de retirada para los políticos chabacanos, no importa en el partido que estén, aunque éstos se arremolinan en el PAN. En Yucatán la derecha va’patrás. Su agotamiento es notorio. Y en esto pesa mucho el defectuoso inicio de la actual administración a nivel federal. La impostergable lucha contra el narcotráfico estratégicamente está reventada. Se ha desgastado a los militares. La policía federal hace agua en Sonora, cinco jefes son despedidos por fallar en lo que su superior, Genaro García Luna, vendió como su arma principal, el uso de tecnologías de la información. El secretario de gobernación se encuentra opacado por el número dos de Los Pinos. El secretario de Hacienda en polémica con el gobernador del Banco de México. Para completar, el Poder Judicial se desgasta en la deliberación sobre la inconstitucionalidad de la llamada Ley Televisa.
Felipe Calderón no puede establecer su agenda, Elba Esther le marca el paso. Su 2030 desairado, la presentación en el Alcázar de Chapultepec no tuvo el empaque de un pacto y sí de una serie deshilvanada de deseos. Ensoñando el 2030 en un 2007 de pesadilla. En buena parte porque no se quiere reconocer que el neoliberalismo ha llegado a su límite en México, no tiene la formación de una base empresarial de verdad competitiva y atacar la pobreza con la generación de riqueza no puede esperar más el arrojo de empresarios idealizados. Es necesario poner los pies en la tierra. Ya lo dijo hace tiempo el español Felipe González, si metes la pata sácala de inmediato.
Es doloroso ver como se complican las cosas y nadie en el entorno presidencial que advierta la fragilidad de la gestión calderonista. Eso sí, no le faltan aduladores que filtran la ovación que recibió el domingo por la tarde en exclusivo restaurante de un hotel de la ciudad de México. Cuando el país pertenece a otra realidad muy lejana de los comensales que acompañaron al presidente. Ojalá tuviera tiempo el titular del Ejecutivo de leer el reportaje de Excelsior de este día martes sobre tierra calentana. Cuenta Lemic Madrid que le contaron lo siguiente:
“Esta es la situación en la Tierra Caliente, en la ruta que va de Villa Madero a Huetamo y entra en Guerrero. Ahí hay, junto a una minoría que hizo su dinero lícitamente en esta región y la gran mayoría de campesinos pobres, dos tipos de ricos: los que emigraron y han vuelto, y los narcotraficantes...En esos municipios casi no se ven jóvenes adultos. La migración hacia el gabacho o el jale con la maña (grupos del narcotráfico) se da por los poblados de Acatén, Paso de Morelos, la Angostura y hasta Las Pilas...En tanto, el trabajo legal está en los cañaverales y en la siembra de frutos u hortalizas. Por la tonelada de caña de azúcar se pagan 400 pesos. “Imagínese lo que nos rayan (pagan) a nosotros por toda la jornada. La mayor parte del dinero se queda con los de los camiones y los que la venden después”, comenta un trabajador, a la orilla de la carretera...La entidad es de las más pobres del país, y también está catalogada como de alto riesgo. Las tierras calentanas han sido ocupadas para sembrar mariguana y colocar a Michoacán en el quinto lugar nacional como productor de esta hierba, que mueve mucho dinero en la región.”
Aunque se comenzó comentando la debacle panista de Yucatán, es un aviso para que el presidente deje las grillas de su partido y confronte al narcotráfico con una vigorosa política social. O espera que Estados Unidos venga en su ayuda a través de una ley migratoria.
Yucatán es la orden de retirada para los políticos chabacanos, no importa en el partido que estén, aunque éstos se arremolinan en el PAN. En Yucatán la derecha va’patrás. Su agotamiento es notorio. Y en esto pesa mucho el defectuoso inicio de la actual administración a nivel federal. La impostergable lucha contra el narcotráfico estratégicamente está reventada. Se ha desgastado a los militares. La policía federal hace agua en Sonora, cinco jefes son despedidos por fallar en lo que su superior, Genaro García Luna, vendió como su arma principal, el uso de tecnologías de la información. El secretario de gobernación se encuentra opacado por el número dos de Los Pinos. El secretario de Hacienda en polémica con el gobernador del Banco de México. Para completar, el Poder Judicial se desgasta en la deliberación sobre la inconstitucionalidad de la llamada Ley Televisa.
Felipe Calderón no puede establecer su agenda, Elba Esther le marca el paso. Su 2030 desairado, la presentación en el Alcázar de Chapultepec no tuvo el empaque de un pacto y sí de una serie deshilvanada de deseos. Ensoñando el 2030 en un 2007 de pesadilla. En buena parte porque no se quiere reconocer que el neoliberalismo ha llegado a su límite en México, no tiene la formación de una base empresarial de verdad competitiva y atacar la pobreza con la generación de riqueza no puede esperar más el arrojo de empresarios idealizados. Es necesario poner los pies en la tierra. Ya lo dijo hace tiempo el español Felipe González, si metes la pata sácala de inmediato.
Es doloroso ver como se complican las cosas y nadie en el entorno presidencial que advierta la fragilidad de la gestión calderonista. Eso sí, no le faltan aduladores que filtran la ovación que recibió el domingo por la tarde en exclusivo restaurante de un hotel de la ciudad de México. Cuando el país pertenece a otra realidad muy lejana de los comensales que acompañaron al presidente. Ojalá tuviera tiempo el titular del Ejecutivo de leer el reportaje de Excelsior de este día martes sobre tierra calentana. Cuenta Lemic Madrid que le contaron lo siguiente:
“Esta es la situación en la Tierra Caliente, en la ruta que va de Villa Madero a Huetamo y entra en Guerrero. Ahí hay, junto a una minoría que hizo su dinero lícitamente en esta región y la gran mayoría de campesinos pobres, dos tipos de ricos: los que emigraron y han vuelto, y los narcotraficantes...En esos municipios casi no se ven jóvenes adultos. La migración hacia el gabacho o el jale con la maña (grupos del narcotráfico) se da por los poblados de Acatén, Paso de Morelos, la Angostura y hasta Las Pilas...En tanto, el trabajo legal está en los cañaverales y en la siembra de frutos u hortalizas. Por la tonelada de caña de azúcar se pagan 400 pesos. “Imagínese lo que nos rayan (pagan) a nosotros por toda la jornada. La mayor parte del dinero se queda con los de los camiones y los que la venden después”, comenta un trabajador, a la orilla de la carretera...La entidad es de las más pobres del país, y también está catalogada como de alto riesgo. Las tierras calentanas han sido ocupadas para sembrar mariguana y colocar a Michoacán en el quinto lugar nacional como productor de esta hierba, que mueve mucho dinero en la región.”
Aunque se comenzó comentando la debacle panista de Yucatán, es un aviso para que el presidente deje las grillas de su partido y confronte al narcotráfico con una vigorosa política social. O espera que Estados Unidos venga en su ayuda a través de una ley migratoria.
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